Ha llegado el momento de cambiar el sofá. Se trata de una elección importante y a veces no tomamos en consideración algunas pautas. Muchas personas se apresuran y se dirigen a las tiendas de su preferencia sin un mínimo de planificación. Al ver el sofá que más llama su atención, lo compran. Casi siempre se trata de amor a primera vista. Luego, al llegar a casa se dan cuenta de que la pieza no encaja con la decoración, su mantenimiento es complicado, o peor aún, las dimensiones no son adecuadas.
Antes de comprar un sofá es preciso tomar en cuenta los factores que influyen en su compra. Por ello, te proponemos algunos consejos.
El espacio: es importante medir
Lo primero es lo primero. Antes que todo elige bien el espacio donde colocarás el sofá. Este factor es relevante, dado que este mueble es la pieza central de tu salón. Mide no solamente el largo y el ancho. La altura juega un papel primordial, porque de ello depende su comodidad. Además, ten en cuenta la forma del salón. Analiza si conviene colocar dos sofás, un chaiselongue, o simplemente uno solo acompañado de un par de sillones o poufs.
El estilo: un toque de personalidad
Puede suceder que veamos un sofá que nos enamore, pero de repente su estilo no combina con el resto de muebles que tenemos en casa. Eso no puede ocurrir. Tenemos que tener muy claro el estilo: moderno, clásico, rústico, tradicional, etc. Lo ideal es comprar un sofá acorde con la estética del ambiente. Más aún, es mejor que no nos dejemos llevar por las tendencias del momento y compremos una pieza que resista el paso del tiempo…¡y de las modas! Esto no significa que no las sigas, sino que adaptes las modas a tus gustos y crees tu propio estilo. ¡Porque cada uno tenemos nuestro propio estilo!
La tapicería: cuidado con los colores y los materiales
Para saber qué sofá comprar tenemos que informarnos sobre el cuidado de la tapicería. Si tenemos niños y mascotas en casa, más vale contar con una tela resistente y de fácil mantenimiento. El color también hay que elegirlo sabiamente. Los tonos neutros siempre son más fáciles para combinar y generan mayor armonía. Los sofás de tonos claros tienen la ventaja de parecer que ocupan menos espacio. Los de tonos oscuros y los estampados se deben combinar con líneas más simples para que no nos cansen.
El uso que le damos
No todos damos el mismo uso a esta pieza. Para algunos es un elemento decorativo que se utiliza pocas veces para recibir visitas. Para otros, el sofá es un elemento que brinda relax, mientras que otros lo emplean como punto de encuentro familiar. Por cualquier razón que sea, debes tomar en cuenta la forma en que tú y los tuyos lo emplean.
Relación calidad-valor
Por último, para saber qué sofá comprar, considera tu presupuesto y la relación entre lo que puedes pagar versus lo que obtendrás a cambio. Trata de equilibrar las tres “B”: bueno, bonito y barato, para que te puedas llevar una pieza que satisfaga tus necesidades.
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